Estrabismo

El estrabismo se produce cuando los dos ojos no se encuentran alineados en la misma dirección. Aunque es una condición más frecuente en la población infantil, puede aparecer posteriormente durante la vida. La desviación puede ser permanente y siempre apreciable, o puede ir y venir, pareciendo normal unas veces y anormal otras.

Existen seis músculos que controlan los movimientos oculares. Cuando ambos ojos están alineados y enfocando un objeto, todos los músculos de cada ojo deben estar equilibrados y trabajando juntos en paralelo. Cuando esto no ocurre se produce el estrabismo, que puede ser la causa de una disminución de visión o de una ambliopía (ojo vago).

El estrabismo es causado por un desequilibrio muscular. Por otra parte, si la visión de un ojo es borrosa por cualquier causa, entonces el ojo tenderá a desviarse, ya que si no ve bien no tiene el estímulo para alinear la vista.

Algunos niños buscan giros o inclinaciones de cabeza para compensar el estrabismo y buscar una posición en la que los ojos estén funcionando juntos y alineados. La fatiga, el cansancio o el estrés pueden empeorar de forma transitoria el estrabismo.

Normalmente, los niños pequeños tienen la base de la nariz ancha, dejando un pliegue cutáneo superficial simulando que el ojo tiende a esconderse bajo él y dando la apariencia de un estrabismo.

Se recomienda a todos los niños una revisión oftalmológica hacia los cuatro años, especialmente en aquellos casos que ya existen antecedentes familiares.

Los dos tipos de estrabismo más frecuentes son la endotropía o esotropía (cuando el ojo es desviado hacia la nariz) y exotropía (cuando el ojo es desviado hacia fuera).